domingo, 18 de diciembre de 2011

no debería sentir el daño que me haces. Pero... soy humano.

Nada me hacía sospechar de tal traición , bueno ahora de pasada había demasiados indicios y descoincidencias que me traían con la mosca detrás de la oreja. Pero la comprensión y la normalidad se habían hecho mi norma.
Parece que todo se ha roto. Las incongruencias vuelven de nuevo a mi entorno y lo que antes era mi protección y refugio se convierte otra vez en la selva de la locura.
Ya he pasado esto antes y conozco el desenlace. Así que me apresuraré a desenredarlo cuanto antes, al menos en lo que corresponde a mi vida y mi situación.
Casi siempre detrás de la bondad caritativa y perdonadora existe una maldad absoluta tolerante con el maltratador y la maltratadora.
Cuando una mujer es una bellaca vergonzante calumniadora y violenta se recurre con facilidad a la pena... pobrecita está loca. Estará loca pero sabe absolutamente que miente y que maltrató. Y que denunció en falso.
Y que de esas falsas denuncias queda una ley de alejamiento que no se puede  incumplir y que la bondad y la religiosidad y la absurda comprensión de lo incomprensible me puede llevar a una situación muy complicada que no tengo porqué soportar.

La maldad se aproxima de nuevo. El diablo acosa con sus cuernitos escondidos trás la apariencia de corderito degollado.
Unas lagrimitas y unas condolencias y la familia.... huy que buena es la familia.....y la religión huy que buena es la religión....

dominguito de sol traición al canto
a la luz del farol. Díme por cuanto.

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