Se define la palabra obsesión proviniente del término latino obsessĭo (“asedio”),como una perturbación anímica producida por una idea fija, que con tenaz persistencia asalta la mente. Este pensamiento, sentimiento o tendencia aparece en desacuerdo con el pensamiento consciente de la persona pero persiste más allá de los esfuerzos por librarse de él.
Es por lo tanto y dependiendo de la intensidad con que estos fenómenos se produzcan en nuestra vida normal vivir de obsesiones. Cualquier deseo vehemente y necesario es una pequeña obsesión. La vanidad, la avaricia, la gula, el amor, la felicidad y cualquier ansia es una momentánea obsesión sobre la que planea nuestro inconsciente hasta que se resuelve o nó.
Biológicamente hablando los animales son obsesos de sus propias características e igualmente los seres pensantes o humanidad se animalizan en sus obsesiones. Cuando el inconsciente, el pensamiento primigenio que nos hace subsistir ,eso que llamamos instintos primarios, el comer, el descansar , el reproducirnos etc... no es aplastado y erradicado por el intelecto actuamos como obsesos en mayor o menor proporción.
Recuerdo ahora un libro la inteligencia fracasada de josé antonio marina , que me ayudó a comprender como el pensamiento razonable actúa contra la naturaleza animal del individuo convirtiéndo sus actos en fracaso y eso es al fin de cuentas lo que trato de nuevo de razonar pero con mis palabras.
La vida no es más que una sucesiva lucha por librarnos de nuestras obsesiones chiquititas y grandes.
Y me viene a la memoria aquel chiste que contaba mi padre del gitano que estaba tumbao debajo de un olivo y se para un mercedes de lujo, se baja un gordo terrateniente y le pregunta que que hace ahí tumbao. El gitano lo mira con desparpajo y le pregunta... Y tu que haces en ese cochazo? El gordo le contesta voy a trabajar , a vigilar a mis jornaleros para que rindan en su trabajo y poder ganar dinero. ¿ Y para qué? le pregunta el gitano. Para poder comprarme un chalet y el día de mañana poder tumbarme al sol y descansar sin preocupaciones.... El gitano lo mira con sorna y le contesta. Lo ves... yo he empezao por ahí.
Pienso que mi vida ha sido una sucesión de obsesiones.... inculcadas por mi medio ambiente. Tenía que estudiar cuando lo que me gustaba era correr en bici, tenía que llegar temprano a casa cuando disfrutaba de los atardeceres en la playa o la vía del tren, no podía hacer fuego cuando me quedaba extasiado mirando las llamas de una hoguera, tenía necesidad de estar enamorado y tener una pareja una novia o una compañera cuando era feliz de parranda con mis amigos sin tener que dar explicaciones a nadie, y con la edad se me han ido borrando casi todas y sólo la felicidad y la muerte me siguen obsesionando en un grado no sicótico.
La fama también me obsesionó cuando pretendí ser escritor o músico o artista en cualquiera de sus modalidades, situación que jamás se produjo habiéndo llegado a ser el más hormiga común de las hormigas comunes del hormiguero, al fin y al cabo llegue a entender que las reinas también tienen sus obligaciones y a veces peores y más duras aunque gozen de privilegios, obsesiones para el más común de la comunidad.
Hoy pienso que todas estas obsesiones no son más que inclusiones culturales de los tiempos en que me ha tocado vivir, trozos de genética social sin evolucionar que se itrodujeron en mi cortex para EDUCARME, SOCIALIZARME o en definitiva DOMESTICARME. Hacer de mi ser libre animal un ser pensante y eficaz para la sociedad.
No creo por tanto que excepto grandes excepciones valga la redundancia existan muchos seres sin obsesiones. Somos todos unos obsesos, unos del dinero, otros de la seguridad, otros de la dependencia y otros de la maldad. Seres ansiosos por obtener algo que creemos que debemos merecer sin pararnos a pensar o mejor dicho pensando. Quién no piensa nada se merece ni cree merecer nada simplemente sobrevive con su parco instinto y su libre albedrío atendiendo a sus necesidades primarias y sin visualizar el futuro.
He perdido demasiado tiempo en intentar explicar a quienes ni siquiera lo merecen mi bondad, mi honradez o mi forma de pensar las cosas, demasiado tiempo en justificar cualquier comportamiento que incitó mi odio contra la infinidad de perros sucios y piojosos que trataron de parásitar mi vida no llegando a comprender que simplemente existen perros piojosos y parásitos que viven de los demás, como hay virus, bacterias y buitres carroñeros, es la diversidad de la vida y la esencia de la creación.
A través del tiempo he contado con dos manos con cuyos dedos puedo contar algunas decenas de amigos fieles, a los que jamás he parasitado más que emocionalmente y que jamás me han traicionado y con los que he compartido y comparto la más animal de mis condiciones, la felicidad, la risa y el desmadre más absoluto dentro de la ilegalidad permitida con la hipocresía social y asquerosa que nos desgobiernó siempre. A ellos mi gratitud eterna por su felicidad compartida.
Al fin y al cabo he escrito libros, he plantado árboles y he tenido hijos....las obsesiones comunes ya las he cumplido.
Y aunque tengo el culo virgen me han dado mucho por culo... siempre he tenido una obsesión que a todos nos parece real... ¿ Porque me toca a mí siempre lidiar con los/las hijos/hijas de puta? Pero sólo es una obsesión.
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